martes, 16 de octubre de 2018

Manos Unidas ante el Día Mundial de la Alimentación y el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza

 ·  Para Manos Unidas, el hambre es una realidad multicausal provocada, entre otras cosas, por la mercantilización de alimentos, la insostenibilidad social y medioambiental de la producción y la pérdida y el desperdicio de alimentos.

· Para tratar sobre la cuestión del hambre y, concretamente, sobre el Derecho a la Alimentación en África, Manos Unidas organiza del 27 al 31 de octubre en Dakar un Encuentro Internacional en el que participarán representantes de las organizaciones locales con las que trabaja en seis países.

El 16 de octubre se celebra el Día Mundial de la Alimentación, y al día siguiente, el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza; dos fechas clave que deben llevarnos a reflexionar sobre la injusticia y la privación de derechos que viven los 821 millones de personas que siguen pasando hambre en el mundo.

Según Waldo Fernández, del departamento de Estudios y Documentación de Manos Unidas, “la humanidad tiene hoy capacidad de producir alimentos más que de sobra para los casi 7.500 millones de habitantes del planeta. Por eso, es más inaceptable que nunca el hecho de que, en un mundo que ha alcanzado asombrosos niveles de crecimiento económico, medios tecnológicos y recursos financieros, haya cientos de millones de personas que viven en la extrema pobreza y padezcan su peor expresión: el hambre”.

Según el último informe de la FAO, el número de personas que padecen hambre en el mundo es de 821 millones. Esta cifra equivale al 11% de los habitantes del planeta o a la suma de todos los habitantes de Europa y Estados Unidos.

El hambre es una realidad compleja que no tiene una única causa, sino múltiples. Entre ellas cabe destacar las de orden macroeconómico y político, pero también otras que aluden a comportamientos particulares en los países desarrollados. La mercantilización de los alimentos, la insostenibilidad social y medioambiental de la producción a gran escala y la pérdida y el desperdicio de alimentos tienen mucho que ver con el hambre en el mundo.

Por tanto, el hambre en el mundo no se debe sólo a la escasez ni a causas de tipo natural, sino, fundamentalmente, al comportamiento humano”.

Con el objetivo de luchar contra el hambre, la pobreza y sus causas, Manos Unidas destina el 90 % de sus gastos a este fin. Así el 85 % a la realización de 570 proyectos de cooperación al desarrollo y el 5 % a actividades de sensibilización en España.