martes, 16 de octubre de 2012

Comunicado de Manos Unidas con motivo de la celebración del 17 de Octubre, Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza en el marco de la Campaña Pobreza Cero



Mañana, 17 de octubre, es el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza. Manos Unidas, cuyo fin es la lucha contra el hambre y las causas que la provocan, se une este día al empeño común de convertir la pobreza en historia, y el hambre en un recuerdo del pasado, y manifiesta algunas preocupaciones y sugerencias.

Seguimos con preocupación los informes que constatan que todavía 1.300 millones de personas siguen viviendo en situación de pobreza extrema en todo el mundo y casi 850 millones pasan hambre, mientras las desigualdades dentro y fuera de los países continúan  aumentando.

Por otra parte, la cooperación española lleva cuatro años sufriendo recortes en términos económicos y se tambalea como política pública de lucha contra la pobreza. El presupuesto para el año 2013 deja la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) en el 0,20% del PIB, un porcentaje que la sitúa a niveles de 1990 y que nos aleja del objetivo del 0,7%. Estas cifras suponen el abandono de millones de personas que sufrirán con mayor violencia las consecuencias del hambre y la pobreza.

Ante este escenario mundial y nacional, Manos Unidas se une a todas las organizaciones que, desde la campaña Pobreza Cero, exigen decisiones coherentes con los compromisos asumidos en relación con la lucha contra la pobreza y la cooperación internacional, y pide al gobierno español y a los ciudadanos:

  • Mantener y reforzar la Cooperación Española como política pública y de Estado, como herramienta eficaz de lucha contra la pobreza y expresión de la solidaridad de la ciudadanía con los más pobres del planeta.
  • No renunciar a seguir haciendo camino para llegar a compartir el 0’7% de nuestra riqueza para la lucha contra la pobreza y la desigualdad en el mundo. Somos plenamente conscientes de la grave situación económica que vive el país, pero no nos podemos permitir olvidarnos de quienes sufren pobreza y hambre fuera de nuestras fronteras y con mayor intensidad. Además, nuestra aportación siempre ha de ser proporcional con nuestros recursos.
  • La promoción de las personas y la defensa de los derechos humanos, así como los valores de la solidaridad y la justicia, han de presidir y orientar cualquier política exterior del gobierno español.
  • Para construir un mundo más justo y solidario es necesario que las personas prevalezcan sobre los intereses económicos y la política sobre las decisiones económicas. No podemos permitir que sean los mercados financieros los que orienten permanentemente nuestras decisiones.
  • Invitamos a todos los ciudadanos españoles a vivir de manera coherente con el objetivo de luchar contra el hambre y la pobreza en el mundo. Esto implica en primer lugar vivir desde valores irrenunciables, como la solidaridad y la justicia. Y asumir hábitos de vida y de consumo coherentes con el momento actual y con la preocupación por un mundo económicamente viable, socialmente justo y ambientalmente sostenible.