viernes, 10 de febrero de 2012

“La salud, derecho de todos: ¡Actúa!”

Campaña de Manos Unidas contra el hambre en el Mundo
Domingo 12 de Febrero de 2012

A los sacerdotes, diáconos, religiosos, religiosas, seminaristas  y a todos los fieles:

Manos Unidas, que lleva más de cincuenta años luchando contra el hambre y la pobreza en el mundo y por el desarrollo de los pueblos empobrecidos, inicia este año su LIII Campaña con el lema: “La Salud Derecho de Todos. ¡Actúa!”.

Cada eslogan viene a nuestra conciencia a modo de aldabonazos y nos exhortan a poner en práctica las exigencias de la caridad. La campaña del año 2012 nos alerta de nuevo sobre graves problemas de justicia y de incumplimiento de derechos fundamentales que se dan en nuestro mundo. Centrada en el «Objetivo de Desarrollo del Milenio nº. 6», tiene como fin proteger la salud de los más vulnerables, procurándoles unas condiciones de vida dignas y combatiendo enfermedades como el VIH/Sida, el paludismo, la tuberculosis que mata cada año a 250.000 africanos, la enfermedad del sueño que amenaza a más de 60 millones de personas en el África subsahariana, la leishmaniasis, el dengue, etc.
 
Además de las enfermedades expresamente mencionadas en el ODM 6, hay “otras enfermedades” contagiosas de las que la comunidad internacional no se acuerda: ni los Gobiernos de los Estados, ni las industrias farmacéuticas se ocupan de ellas; luchar por quienes las padecen no suele ser económicamente rentable y el éxito no siempre está garantizado, porque depende de factores estrechamente relacionados con la desnutrición, la miseria, el hacinamiento, la insalubridad, etc.
 
Manos Unidas vuelve a ofrecernos la posibilidad de promocionar y mejorar las condiciones de vida de nuestros hermanos empobrecidos y fortalecer nuestros lazos fraternos con ellos; por eso nos invita a un gesto de participación personal de cada uno -en la medida de sus posibilidades-, para hacer posible el derecho a la salud, que  no es una cuestión exclusivamente médica, sino que dentro de él hay que considerar además todo aquello que hace posible que las personas puedan vivir en condiciones dignas y saludables, dispongan de los alimentos y el agua necesarios, cuenten con un sistema sanitario básico que proporcione una atención estable, tengan garantizado el acceso a las vacunas, etc. Cualquier éxito a corto plazo en la lucha contra una enfermedad puede fracasar si no está  garantizado por una mejora de las condiciones de vida.
 
Ante este reto quiero invitar a todas las Parroquias y comunidades cristianas de nuestra Diócesis de Asidonia-Jerez, a participar en esta campaña que lleva a cabo Manos Unidas. Nuestra colaboración debe ir acompañada con el compromiso de una conversión personal y comunitaria, así como el empeño por reformar tantas estructuras injustas que causan pobreza y llevan a millones de familias a la más absoluta precariedad.
 
Renovemos nuestro esfuerzo por crear un mundo justo y fraterno y veremos qué hermoso es ayudar a nuestros hermanos más pequeños, para que puedan crecer sanos de modo que hagan posible -para ellos y para nosotros- un futuro esperanzador.
 
Os animo a participar con entusiasmo en esta campaña y a uniros a ese gesto significativo del «Día del Ayuno Voluntario» que tendrá lugar el viernes 10 de febrero, así como a ofrecer una generosa aportación económica tanto en las colectas de las Misas del próximo Domingo 12 de febrero, como en las mesas petitorias instaladas en la calle con ese objetivo
 
También deseo enviar un mensaje de felicitación y estímulo a los numerosos asociados y colaboradores que, inspirados por su conciencia cristiana, están comprometidos con Manos Unidas. Agradecemos a todos los voluntarios de dicha Institución su testimonio de entrega y amor y pedimos al Señor que siga bendiciendo esta obra de caridad.
 
También pedimos a la Santísima Virgen, siempre sensible al dolor de los enfermos, que sigamos escuchando la llamada de su Hijo a servirle en nuestros hermanos más necesitados y que respondamos con prontitud y generosidad en un compromiso constante por erradicar la pobreza y alumbrar un mundo donde la alegría y la paz sean signos para todos de la justicia y el amor.  Con mi cordial saludo y bendición,
 
+ José Mazuelos Pérez
Obispo de Asidonia-Jerez