jueves, 24 de marzo de 2011

DE LA CATEDRAL A LA CARTUJA, DOCE HORAS DE ESPIRITUALIDAD CRECIENTE EN TORNO A LA CRUZ EN LA DESPEDIDA DE JEREZ

El Puerto de Santa María recibe los signos del JMJ en medio del ambiente jubiloso en colegios, conventos y las calles camino de la Iglesia Mayor Prioral

La eclesialidad multitudinaria manifiestamente evidente en la Santa Iglesia Catedral, anoche, y el intimismo monástico de la Cartuja de Santa María de la Defensión, esta mañana, han marcado doce horas últimas de la Cruz de los Jóvenes y el Icono de María Santísima en la ciudad de Jerez que han tenido el denominador común de una espiritualidad creciente y muy enriquecedera.

El Cristo de la Esperanza, de la Hermandad de la Vera-Cruz, alcanzaba el primer templo jerezano a las ocho de la noche para encarnar en la piedad local la cruz desnuda enviada por el papa. Los cofrades sumaban su signo a los cánticos del Camino Neocatecumenal, las pañoletas del Movimiento Scout Católico y los signos de otras realidades eclesiales.

Y monseñor José Mazuelos, obispo diocesano, no ocultaba su satisfacció en la homilía: "Cada vez me alegro más de que se hayan dado las circunstancias para que este ejemplo de comunión se nos permita en el histórico momento de la presencia de esta Cruz y el Icono entre nosotros". La pastoral vocacional añadía el ministerio del acolitado para tres seminaristas.

Se ponían en marcha estas últimas doce horas en Jerez sacando a la calle lo vivido en la celebración de la Eucaristía en la Santa Iglesia Catedral del Salvador, que abrió sus puertas para que el Vía-Crucis repartiera sus estaciones entre este templo y los de San Miguel y San Juan de los Caballeros. Ello adentró en la noche jerezana el misterio de la Cruz.

La última de estas iglesias mantuvo en adoración al Santísimo con la Cruz a su vera en permanente vela hasta que, a las 3:30 horas de esta pasada madrugada, fuera trasladada a la Cartuja de Santa María de la Defensión. Bajo la custodia de las Hermanas de Belén se han vivido los momentos de más sugerente oración, de mayor calado espiritual. Allí han amanecido acompañados por muchos fieles.

Daban las ocho de la mañana cuando el patio del monasterio, entre la fachada del templo y el pórtico de salida del recinto monacal, se revestía, tras una linda madrugada de oración presidida por el pastor diocesano y alentada por la oración y los cantos de las religiosas, de la claridad de la mañana y de el silencio con el que la Cruz y el Icono iniciaban el camino hacia El Puerto de Santa María.

Alumnos de la asignatura de religión católica de los institutos José Luis Tejada, Pedro Muñoz Seca y Antonio de la Torre han recibido estos signos en una nueva localidad diocesana que los disfruta. Tras estos centros públicos, ha visitado los colegios del Espíritu Santo, La Salle, Las Esclavas, Las Carmelitas, San Luis Gonzaga (SAFA) y Santa Luisa de Marillac (Hijas de la Caridad).

Tras pasar por la residencia de ancianos de las Hermanitas de los Pobres y el convento de las Madres Concepcionistas, el acto central en El Puerto de Santa María es la celebración, en la Iglesia Mayor Prioral Nuestra Señora de los Milagros. El Vía-Crucis organizado por las hermandades recorrerá las calles del centro. Eucaristía, vigilia de oración y turnos de vela completarán esta penúltima jornada en la Diócesis.