El presidente del Foro de la Familia abordó, en las III Jornadas Católicos y Vida Pública, la conferencia 'Transmitir valores en la enseñanza'
Las III Jornadas Católicos y Vida Pública han aterrizado en la mañana de su segunda sesión en la Educación, segundo gran bloque de esta iniciativa de la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP) que trajo a Jerez para ello a Benigno Blanco Rodríguez, presidente del Foro de la Familia, quien pronunció la conferencia 'Transmitir valores en la enseñanza'. Y comenzó su intervención definiendo la acción de educar, "para evitar diálogos sordos", dijo. "Es mirar a un niño, a una niña, para intentar extraer de ellos esa inmensa pontencialidad que tiene de conocer y de creer", lo que situó en la necesidad de "tener una meta, un proyecto de persona".
Blanco realizó un dibujo del marco actual por el que la ausencia de ese "proyecto de persona" condiciona la educación sometiéndola a unos problemas con raíz en el "desarraigo de la tradición, en la perdida de la idea de persona que marca la tradición". El conferenciante recordó, con amplias referencias históricas, que es Occidente la única tradición que, en la España y en el siglo XXI, puede educar realmente. Y explicó la realidad de los valores de la sociedad occidental, "un producto muy singular que ha dado al mundo la ciencia, la tecnica, los Derechos Humanos, el Estado de Derecho...", que fundamentó en tres caudales esenciales.
La primera es Atenas y la confianza en la razón que supone el primer choque con el pluralismo toda vez que las conquistas les hicieron conocer otras realidades ante las que aplicaron la formación de un criterio. La segunda es Roma, pueblo que nos dio el Derecho y la previsión de un marco legal en el que situar lo bueno). Y la tercera la situó en Jerusalén que aportó la moral que señala a Occidente y que le ha hecho crecer en sus valores genuinos. "Estas tres fuentes se han secado" dijo Blanco quien apuntó la labor en ese sentido de la Filosofía moderna. Y añadió que "se agrava en el siglo XX por los métodps experimentales de las Ciencias Contemporáneas y unos niveles de calidad de vida que nos hace valorar en exceso la técnica y la ciencia experimental.
El conferenciante asentó en ello que, en la actualidad, "lo más valoioso del ser humano lo hemos derivado al campo de lo subjetivo" y ello es la causa de la perdida de arraigo denunciada y, consecuentemente, de la pérdida de vigencia social de las convicciones religiosas". Benigno Blanco insistió en que "desarraigados y faltos de confianza en Dios" llega el hombre a este momento y "con este planteamiento mental no es posible tener un proyecto de hombre".
La respuesta a esta situación la situó en la familia porque "es la única que puede educar ya que es una acción que se pone en marcha por el amor, que es muy previo a la Constitución, y son los padres los más interesados en posibilitarles que sean buena gente". "Pero sólo podrá educar una familia con un proyecto de persona" añadió. Sobre la familia enfatizó la idea de que "no es verdad que haya diferentes tipos de familia" y que, en el fondo "el unico campo en el que no ha avanzado nada la Humanidad desde las cavernas es la sexualidad: todo está descubierto desde entonces". Por ello indicó que no hay novedad en las condiciones sexuales que quieres legitimarse bajo el nombre de matrimonio o familia. "Hay otras formas de quererse pero una sola de familia, y en ella es donde se produce la educación". "Estamos obligados a querer a nuestros hijos y ello nos hace educarles" añadió.
Para finalizar, Blanco explicó en estas razones porqué no puede el Estado imponer valores, salvo, "como ha dicho el Consejo de Estado, los implícitos en la Constitución: "Se debe dar a conocer el derecho a la vida pero enseñar el aborto, por ejemplo". "El ámbito del pluralismo en la escuela lo deciden las familias, por eso Educación para la Ciudadania es una gran aberración, que quiere educar moralmente, una expropiación del derecho que tenemos los padres sustituyendo el pluralismo de las familias".
Las III Jornadas Católicos y Vida Pública han aterrizado en la mañana de su segunda sesión en la Educación, segundo gran bloque de esta iniciativa de la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP) que trajo a Jerez para ello a Benigno Blanco Rodríguez, presidente del Foro de la Familia, quien pronunció la conferencia 'Transmitir valores en la enseñanza'. Y comenzó su intervención definiendo la acción de educar, "para evitar diálogos sordos", dijo. "Es mirar a un niño, a una niña, para intentar extraer de ellos esa inmensa pontencialidad que tiene de conocer y de creer", lo que situó en la necesidad de "tener una meta, un proyecto de persona".
Blanco realizó un dibujo del marco actual por el que la ausencia de ese "proyecto de persona" condiciona la educación sometiéndola a unos problemas con raíz en el "desarraigo de la tradición, en la perdida de la idea de persona que marca la tradición". El conferenciante recordó, con amplias referencias históricas, que es Occidente la única tradición que, en la España y en el siglo XXI, puede educar realmente. Y explicó la realidad de los valores de la sociedad occidental, "un producto muy singular que ha dado al mundo la ciencia, la tecnica, los Derechos Humanos, el Estado de Derecho...", que fundamentó en tres caudales esenciales.
La primera es Atenas y la confianza en la razón que supone el primer choque con el pluralismo toda vez que las conquistas les hicieron conocer otras realidades ante las que aplicaron la formación de un criterio. La segunda es Roma, pueblo que nos dio el Derecho y la previsión de un marco legal en el que situar lo bueno). Y la tercera la situó en Jerusalén que aportó la moral que señala a Occidente y que le ha hecho crecer en sus valores genuinos. "Estas tres fuentes se han secado" dijo Blanco quien apuntó la labor en ese sentido de la Filosofía moderna. Y añadió que "se agrava en el siglo XX por los métodps experimentales de las Ciencias Contemporáneas y unos niveles de calidad de vida que nos hace valorar en exceso la técnica y la ciencia experimental.
El conferenciante asentó en ello que, en la actualidad, "lo más valoioso del ser humano lo hemos derivado al campo de lo subjetivo" y ello es la causa de la perdida de arraigo denunciada y, consecuentemente, de la pérdida de vigencia social de las convicciones religiosas". Benigno Blanco insistió en que "desarraigados y faltos de confianza en Dios" llega el hombre a este momento y "con este planteamiento mental no es posible tener un proyecto de hombre".
La respuesta a esta situación la situó en la familia porque "es la única que puede educar ya que es una acción que se pone en marcha por el amor, que es muy previo a la Constitución, y son los padres los más interesados en posibilitarles que sean buena gente". "Pero sólo podrá educar una familia con un proyecto de persona" añadió. Sobre la familia enfatizó la idea de que "no es verdad que haya diferentes tipos de familia" y que, en el fondo "el unico campo en el que no ha avanzado nada la Humanidad desde las cavernas es la sexualidad: todo está descubierto desde entonces". Por ello indicó que no hay novedad en las condiciones sexuales que quieres legitimarse bajo el nombre de matrimonio o familia. "Hay otras formas de quererse pero una sola de familia, y en ella es donde se produce la educación". "Estamos obligados a querer a nuestros hijos y ello nos hace educarles" añadió.
Para finalizar, Blanco explicó en estas razones porqué no puede el Estado imponer valores, salvo, "como ha dicho el Consejo de Estado, los implícitos en la Constitución: "Se debe dar a conocer el derecho a la vida pero enseñar el aborto, por ejemplo". "El ámbito del pluralismo en la escuela lo deciden las familias, por eso Educación para la Ciudadania es una gran aberración, que quiere educar moralmente, una expropiación del derecho que tenemos los padres sustituyendo el pluralismo de las familias".
Posteriormente se desarrolló la mesa redonda 'Padres, profesores y alumnos' con la presencia de Rafael Campos, delegado diocesana de Pastoral Universitaris y de la Cultura; Natalia Porres, profesora de Filosofía del Colegio Grazalema; José Manuel Sánchez-Romero, doctor en Moral y director del ISCRA; y Emiliano Fernández Rueda, doctor en Filosofía y vicesecretario del centro de la ACdP en Jerez. La tarde, hasta la clausura a cargo de monseñor Juan del Río a las 20horas, será dedicada a 'Medios de comunicación y poder', título de la conferencia del periodista Ricardo Ruiz de la Serna y la mesa redonda 'Los medios de comunicación social en una sociedad plural'.