La iglesia de la calle Medina luce desde hoy en su fachada una placa en su honor tras medio siglo de servicio
2 de diciembre de 2012. La alcaldesa, María José García-Pelayo, acompañada de miembros del equipo de Gobierno, ha participado en el acto de reconocimiento al párroco de Los Descalzos, Don Francisco García Villegas, al cumplir medio siglo de servicio en esta iglesia desde su fundación.
El obispo de la Diócesis, José Mazuelo, ha oficiado una misa por tal motivo, y posteriormente se ha descubierto la placa, que desde hoy lucirá la fachada de la iglesia de calle Medina, en honor a Don Francisco.
Placa de Reconocimiento al Párroco de Los Descalzos. Instalada en la puerta principal de la Iglesia a través de la Delegación de Infraestructuras. En la misma se puede leer el siguiente texto: “La ciudad de Jerez, siendo Alcaldesa Dña. Mª José García–Pelayo Jurado y en conmemoración del L aniversario de la creación de la Parroquia de San Juan Bautista de los Descalzos y las Angustias, reconoce la labor espiritual, social y caritativa realizada por su primer párroco el Rvdo. P. D. Francisco García de Villegas y Alcázar”. Jerez 1962 – 2012.
El homenaje ha sido promovido por el Consejo Pastoral Parroquial de la iglesia de los Descalzos, Caritas Parroquial, Hermandades de la Parroquia, Grupo de Mujeres de Acción Católica, Legión de María y Juventud y feligreses de dicha iglesia.
D. Francisco García de Villegas y Alcázar
Monseñor don Francisco García de Villegas y Alcázar, popularmente conocido como El cura de los Descalzos, el que a sus 85 años es posiblemente el sacerdote en activo más longevo de Jerez. Nació el 27 de diciembre –víspera de los Santos Inocentes- de 1926 en el nº 18 de la calle Arcos (la casa donde Pepín el de la Flores tiene la tienda), realizando los estudios primarios en el colegio del Buen Pastor, desde donde, siendo un niño (11 años) marchó a Sevilla para ingresar en el seminario del Palacio de San Telmo, ordenándose sacerdote a los 23 años. Cantó Misa en la parroquia de San Pedro, el día del Corpus del año 1.950. Y con casulla blanca, debido a la festividad del día. “Recuerdo que tenía 23 años, por dispensa de Roma, ya que no se podía cantar misa antes de los 24 años”.
Fue destinado a Torre Alháquime, aldea cercana al serrano pueblo de Olvera en donde durante cuatro años se hizo cargo de la Parroquia de Nuestra Señora de la Antigua. Estando en Olvera fue reclamado por el Cardenal Segura para hacerlo coadjutor en la Parroquia de San Bernardo de Sevilla. Durante su estancia en la capital hispalense estudió e hizo las oposiciones para ganar una Parroquia en Jerez lo que se le concedió al erigir la del antiguo convento de Los Descalzos en la calle de Medina. Al llegar a Jerez y ver el lamentable estado en que se encontraba la iglesia de los Descalzos, no solamente llevó a cabo las labores de párroco, haciéndose con una gran feligresía, sino que se entregó por entero a la restauración del templo, arreglando las cubiertas, toda vez que los técnicos habían diagnosticado peligro de derrumbe.
Fue destinado a Torre Alháquime, aldea cercana al serrano pueblo de Olvera en donde durante cuatro años se hizo cargo de la Parroquia de Nuestra Señora de la Antigua. Estando en Olvera fue reclamado por el Cardenal Segura para hacerlo coadjutor en la Parroquia de San Bernardo de Sevilla. Durante su estancia en la capital hispalense estudió e hizo las oposiciones para ganar una Parroquia en Jerez lo que se le concedió al erigir la del antiguo convento de Los Descalzos en la calle de Medina. Al llegar a Jerez y ver el lamentable estado en que se encontraba la iglesia de los Descalzos, no solamente llevó a cabo las labores de párroco, haciéndose con una gran feligresía, sino que se entregó por entero a la restauración del templo, arreglando las cubiertas, toda vez que los técnicos habían diagnosticado peligro de derrumbe.
Titular tanto de la parroquia de San Juan Bautista de los Descalzos, como de la cercana Iglesia de las Angustias, ha desempeñado también otros cargos en el obispado, como el de notario y el de miembro del Tribunal de la Rota. Su entrega a la gente y afabilidad de carácter le ha hecho participar en la organización de múltiples encuentros, viajes y peregrinaciones a Tierra Santa, a Roma, a Fátima, a Lourdes; acompañando a creyentes que necesitaban la confirmación de su fe, o ayudando a enfermos cuyo auxilio era imprescindible para poder llevar a cabo dicha peregrinación.
En el terreno de la generosidad es una persona realmente desprendida, cuya desbordada humanidad le hace volcarse con todos aquellos que están verdaderamente necesitados, entregándose a ellos, ayudándolos a recobrar el camino, o a encontrar una solución a sus problemas. No podíamos olvidar a su hermana Mari Luz, la que ha sido su apoyo y ayuda durante toda la vida, siendo para él la más fiel y abnegada compañera en todos los órdenes y momentos de su larga carrera. Y desde luego, su Hermandad. Durante sus cerca de 60 años como párroco de los Descalzos y fiel devoto de la Virgen de la Amargura, don Francisco siempre ha estado pendiente de su Hermandad de la Flagelación, como capellán y director espiritual.
Nota de prensa del Ayuntamiento de Jerez
Nota de prensa del Ayuntamiento de Jerez