Nueve cajitas de sobria madera trasladadas por los seminaristas hasta el presbiterio de la Santa Iglesia Catedral llevaron, al primer templo de la Diócesis de Asidonia-Jerez, los restos de otros tantos recordados sacerdotes que han sido inhumados del Cementerio Municipal para, en el marco del presente Año Sacerdotal, reposar, a partir de ahora, en la cripta catedralicia.
Se trata de un grupo de presbíteros cuyo ministerio sacerdotal dejó un hondo calado en la Iglesia local. Son Luis Bellido Salguero, Carlos Román Ruiloba, José Cervantes Cervantes, Manuel Palacios Muñoz-Seca, Manuel Román Ruiloba, Antonio Gómez Villalobos, Pedro Carballa Carmona, Manuel Lassaleta Muñoz-Seca y Carlos Huarte Gorría.
A todos ellos los ha recordado cariñosamente Monseñor José Mazuelos Pérez, obispo diocesano de Asidonia-Jerez, quien ha presidido el funeral pontifical en cuyo marco se ha celebrado esta recepción de los restos. De los recordados sacerdotes ha dicho en su homilía que "fueron pinceles de Dios que pintaron la actual realidad de la Diócesis de Jerez".
La Catedral se llenó de fieles. Entre ellos estaban muchos de los familiares de estos presbíteros ahora recordados pero también fieles diocesanos en general que, de este modo, celebraban también el Año Sacerdotal abierto por Benedicto XVI en el 150 aniversario de la muerte de San Juan María Vianney, el popular Cura de Ars.