Al poner la “X” simultáneamente en ambas opciones, los contribuyentes pueden multiplicar sin coste alguno su solidaridad.
Un año más, con motivo del inicio de la campaña de la Declaración de la Renta, Cáritas Española vuelve a recordar a todos los contribuyentes que tienen en sus manos la posibilidad de multiplicar por dos su solidaridad si marcan conjuntamente las dos casillas de la Asignación Tributaria: la de “Fines sociales” y la de la “Iglesia católica”.
“Un gesto multiplica la ayuda. A ti no te cuesta nada”. Esta es la invitación que Cáritas vuelve a lanzar a todos los declarantes para que elijan simultáneamente ambas casillas. Al hacerlo así, se destinará un 0,7% de la cuota íntegra al sostenimiento económico de la Iglesia Católica y otro 0,7% a Fines Sociales.
Además, al poner la “X” en las dos casillas, todas las acciones que desarrolla Cáritas para acompañar a las personas en situación más precaria pueden beneficiarse doblemente, tanto con los fondos económicos destinados a las ONG a través de la casilla de “Fines sociales” como con el apoyo que reciben de la Iglesia en cada Diócesis.
Cabe recordar que muchos de los recursos de Cáritas proceden de la propia Iglesia, de la que forma parte. De hecho, la mayoría de programas sociales que lleva a cabo utilizan infraestructuras de propiedad diocesana o parroquial, sin los cuales no sería viable su puesta en marcha.
Sin coste alguno
Desde el año 2000 se pueden marcar las dos casillas conjuntamente. Además, elegir esta posibilidad no supone coste alguno, ya que si la declaración es "a devolver" no se restará ningún porcentaje de esa cantidad y si es "a pagar" tampoco supondrá ningún incremento. En el caso de que el contribuyente no marque ninguna casilla, será la Hacienda pública la que percibirá el importe correspondiente a la Asignación Tributaria.
En el último año, la Confederación Cáritas Española recibió algo más de 20 millones de euros procedentes de los fondos del IRPF aportados por los ciudadanos a través de la casilla “Fines Sociales”, que se destinaron íntegramente a financiar 524 proyectos para personas especialmente vulnerables en todo el territorio nacional.
Asimismo, la Conferencia Episcopal Española realizó en 2012, por quinto año consecutivo, una donación de 6 millones de euros a los programas de Cáritas destinados a paliar los efectos sociales de la crisis sobre las perdonas más vulnerables. Este donativo supone el 2,59% del Fondo Común Interdiocesano de la CEE y representa un aumento del 20% sobre la colaboración económica prestada en 2010, que fue de 5 millones de euros. Entre 2008 y 2012, la Conferencia Episcopal ha aportado a Cáritas unos 20 millones de euros.
Estos apoyos económicos al trabajo de Cáritas –tanto la aportación de la CEE como los fondos procedentes del IRPF-- se engloban en los 250,7 millones de euros invertidos por la Confederación en el último ejercicio en sus distintos programas sociales, gracias a los que fue posible mejorar las condiciones de vida y la dignidad de más de 1,8 millones de personas dentro de España y a otros 4,5 millones en países en desarrollo.
Uno de cada cinco proyectos sociales desarrollados por Cáritas –una confederación integrada por 68 Cáritas Diocesanas y más de 6.000 Cáritas Parroquiales, en las que colaboran de forma gratuita más de 62.000 voluntarios— tiene una parte de sus recursos que proceden directamente de la solidaridad de aquellos ciudadanos que deciden marcar en su Declaración de la Renta la casilla de “Fines sociales”.
En los últimos años, Cáritas ha ido elaborando un nuevo marco de intervención orientado a promover la inclusión social de las personas más vulnerables donde cada una de ellas sea el eje central de su actividad, desde una perspectiva integral y, al mismo tiempo, individualizada, porque no caben procesos de inclusión homogéneos donde la realidad de exclusión de cada persona es distinta.
En nuestra sociedad de bienestar existen personas excluidas, ciudadanos que no participan en el intercambio económico, político y social, ni en la construcción común de la sociedad y que se ven privadas de alguna de las dimensiones fundamentales de su dignidad humana. Esas circunstancias se han acentuado a causa de la crisis y afectan a un número creciente de personas, que están a un paso de la exclusión social.
Por propia experiencia, Cáritas sabe que este proceso puede ser invertido gracias a la acción colectiva, el tejido social y las políticas públicas. De ahí la importancia trascendental que tiene el compromiso que los ciudadanos manifiestan a través del IRPF, que permite a nuestra institución sostener los programas de promoción de las personas a las que acompañamos para que recuperen su autonomía y accedan a una vida digna como ciudadanos de pleno derecho.