El obispo diocesano, monseñor José Mazuelos,
presidió la puesta al servicio de este templo para la parte de la comunidad
parroquial que conforma esta barriada y otras zonas cercanas desgajadas en su
momento de la parroquia de Guadalcacín y sumadas a la que, con parroquia cerca
de la zona de Hipercor, tiene en Miguel Ángel Montero a su sacerdote
responsable
La
capilla de San José Obrero, con el mismo titular que el barrio popular en el
que se asienta, es desde su bendición anoche de manos del pastor diocesano un
nuevo lugar de oración y celebración del que la Iglesia diocesana dispone en
una zona de Jerez con una cantidad importante de vecinos. Es, a su vez, el
tercero existente en la parroquia de San Juan Bautista de la Salle y Nuestra
Señora de la Estrella (cerca de Hipercor), junto a la propia iglesia parroquial
y a la capilla de Las Flores.
Esta
bendición da respuesta a una vieja aspiración de esta zona, que llevaba
alrededor de 30 años deseando disponer de la capilla. La configuración de esa
zona como parte del más moderno término parroquial de San Juan Bautista de la
Salle fue aprobado el 7 de abril de 2011, desgajando una parte de la feligresía
de la parroquia de San Enrique y Santa Teresa, en la pedanía jerezana de
Guadalcacín.
Una imagen de San José Obrero hace presente al
titular de un templo de alrededor de 115 metros cuadrados construídos sobre un
espacio de 1.500 metros cuadrados. Entre sus elementos constructores llama la
atención, tanto en el presbiterio como en las puertas de acceso, la
incorporación de madera de roble blanco americano procedente de botas de vino.
Ello le confiere un gesto muy jerezano que los fieles han sabido valorar en su
justa medida. Ha sido un equipo de arquitectos feligreses de la zona los que le
han dado forma.