Tendrá lugar, oficiada por el obispo, el próximo martes día 8 de abril, a las 20 horas
La memoria de Chiara Lubich, fundadora de La Obra de María-Movimiento de los Focolares fallecida el pasado 14 de marzo, reunirá a los fieles diocesanos que lo deseen en una misa pontifical que, a cargo de Monseñor Juan del Río Martín, el obispo diocesano, se celebrará el próximo martes día 8 de abril, a las 20 horas, en la Santa Iglesia Catedral de Jerez.
Convocada por los miembros de movimiento en la Diócesis, rendirá tributo a quien, bajo los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial, experimentó el encuentro con Dios-Amor, "el único que no pasa" como reconocería ella misma, compartiéndolo con sus primeras compañeras y provocando un cambio radical en su vida. Se convirtió en agente eficaz de "una nueva corriente espiritual: la espiritualidad de la unidad".
En el "que todos sean uno" del testamento de Jesús encuentra, este grupo, el objetivo de vida de llevar la unidad a cuantos lugares en los que hubiera división. Así, hoy en día son millones las personas involucradas en el proyecto de Lubich que dan vida a un movimiento de renovación espiritual y social, multicultural y multirreligioso en 182 países del mundo: el Movimiento de los Focolares.
Chiara Lubich recibió, en vida, numerosos premios internacionales (como los de UNESCO de Educación en la Paz o el Templeton al Progreso de las Religiones), ciudadanías honorarias y condecoraciones que, en cualquier caso, fueron ocasiones aprovechadas para testimoniar este ideal de la unidad revelada, cada vez más, como respuesta a los profundos cambios de nuestro tiempo.
La memoria de Chiara Lubich, fundadora de La Obra de María-Movimiento de los Focolares fallecida el pasado 14 de marzo, reunirá a los fieles diocesanos que lo deseen en una misa pontifical que, a cargo de Monseñor Juan del Río Martín, el obispo diocesano, se celebrará el próximo martes día 8 de abril, a las 20 horas, en la Santa Iglesia Catedral de Jerez.
Convocada por los miembros de movimiento en la Diócesis, rendirá tributo a quien, bajo los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial, experimentó el encuentro con Dios-Amor, "el único que no pasa" como reconocería ella misma, compartiéndolo con sus primeras compañeras y provocando un cambio radical en su vida. Se convirtió en agente eficaz de "una nueva corriente espiritual: la espiritualidad de la unidad".
En el "que todos sean uno" del testamento de Jesús encuentra, este grupo, el objetivo de vida de llevar la unidad a cuantos lugares en los que hubiera división. Así, hoy en día son millones las personas involucradas en el proyecto de Lubich que dan vida a un movimiento de renovación espiritual y social, multicultural y multirreligioso en 182 países del mundo: el Movimiento de los Focolares.
Chiara Lubich recibió, en vida, numerosos premios internacionales (como los de UNESCO de Educación en la Paz o el Templeton al Progreso de las Religiones), ciudadanías honorarias y condecoraciones que, en cualquier caso, fueron ocasiones aprovechadas para testimoniar este ideal de la unidad revelada, cada vez más, como respuesta a los profundos cambios de nuestro tiempo.