sábado, 1 de noviembre de 2014

El sagrario de S. Mateo abre sus puertas y completa la rehabilitación de un templo testigo de los 750 años de Cristianismo en Jerez

El obispo de Asidonia-Jerez, monseñor José Mazuelos, y la alcaldesa de la ciudad, María José García-Pelayo, reinauguran la última capilla recuperada tras el cierre de este templo tras que cerrara sus puertas hace ya 18 años

Jerez, 1 de noviembre de 2014.-
Un acto presidido por monseñor José Mazuelos, obispo de Asidonia-Jerez, ha acogido la inauguración de la capilla del sagrario de San Mateo tras ser culminados los trabajos que la reabren al culto siendo uno de los últimos elementos integrantes de este templo, fundado por Alfonso X El Sabio al restituirse el culto cristiano hace ahora 750 años, que aún restaban por ser restaurados tras el cierre sufrido en 1996 aunque la recuperación de la actividad religiosa en el resto de este Bien de Interés Cultural (BIC) lleva ya años.

Acompañaron al pastor la alcaldesa de Jerez, María José García-Pelayo, en virtud de una colaboración municipal que ha sido fundamental; el hermano mayor del Desconsuelo que ocupa el templo, Ángel Bocarando, y el presidente de la empresa Acciona, José Manuel Entrecanales, que se ha hecho cargo de los trabajos. El acto ha contado también con Juan Fernando Bernal, Raquel Utrera y Agustín Pina, del equipo técnico de la restauración; el presidente de la Plataforma Pro San Mateo, Santiago Zurita, y el presidente de la asociación vecinal Centro Histórico, Alejandro González.

Tres meses han durado estas obras en las que el Ayuntamiento ha colaborado a través de un convenio suscrito el pasado mes de julio con la Hermandad del Desconsuelo, que se enmarca dentro del Plan de Actuación 2014-2015, y que ha supuesto una aportación municipal a las obras de 100.000 euros (el presupuesto total de las obras ha sido de 228.006,72 euros). La capilla sufría grandes problemas de inestabilidad estructural ante los que el objetivo fundamental cumplido con esta actuación ha sido el de lograr su consolidación.

Han sido apuntalada la bóveda, cúpula y linterna, para después proceder al desmontaje de las cubiertas de tejas, lo que dejó en evidencia una estructura interna en muy mal estado hecha de vigas de madera. Se ha sustituido el soporte por otro nuevo, se ha restituido la cubierta y se han conseguido anular las filtraciones de agua que han venido causando los daños más graves. “Es el resultado del compromiso de toda una ciudad y es un ejemplo de generosidad”, destaca el obispo sobre la recuperación de este elemento fundamental del patrimonio histórico artístico de la ciudad.