El obispo de Asidonia-Jerez ha presidido la Eucaristía que, en la Catedral, ha prolongado la presencia del Santísimo en las calles del centro
Jerez, 3 de junio de 2013.- Todas las ciudades y pueblos de la diócesis de Asidonia-Jerez han celebrado hoy la solemnidad del Corpus Christi. Como siempre, han sido verdaderos imanes de atracción de visitantes las procesiones de lugares bellísimos de nuestra sierra como Zahara, El Gastor o Algar. El mensaje de la fiesta, al alcance en todos los templos, ha sido oportuno buscarlo sin embargo en la Catedral, al albur de las reflexiones del pastor diocesano.
Jerez, 3 de junio de 2013.- Todas las ciudades y pueblos de la diócesis de Asidonia-Jerez han celebrado hoy la solemnidad del Corpus Christi. Como siempre, han sido verdaderos imanes de atracción de visitantes las procesiones de lugares bellísimos de nuestra sierra como Zahara, El Gastor o Algar. El mensaje de la fiesta, al alcance en todos los templos, ha sido oportuno buscarlo sin embargo en la Catedral, al albur de las reflexiones del pastor diocesano.
Monseñor José Mazuelos Pérez, obispo de Asidonia-Jerez, ha presidido la solemne celebración vespertina en la que invitaba al final de su homilía y poco antes de una procesión que ha prolongado la celebración eucarística en las calles hasta que ha culminado con la bendición de nuevo en la Catedral, a que todos los fieles fueran, como la custodia sobre la carroza sacramental, verdaderos ostensorios del Santísimo. El templo asistía a un espectacular lleno de personas.
"Saldremos llevando el Cuerpo de Cristo en nuestro corazón y muy visible en el ostensorio por las calles de la ciudad, lo adoraremos y en torno a El se congregarán todos los miembros de la Iglesia, hablaremos al mundo, mediante esta procesión eucarística, diciéndole que Jesús está con nosotros y sostiene nuestra esperanza", ha señalado insistiendo en que "también hoy, como hace más de dos mil años, Jesús habita entre nosotros, tiene su residencia y su morada aquí, también en Jerez".
Monseñor Mazuelos ha hablado de Jesús como "el amigo que comparte su vida en silencio, en secreto, pero siempre preocupado por nosotros". Para entonces ya había subrayado la necesidad de crecer en el amor, y que se dieran la mano "el pan de la Palabra" con "el pan del necesitado". "No temáis a la palabra solidaridad", ha instado entendiendo, en el Año de la Fe, que esta virtud teologal está en la Eucaristía que, además, la alimenta.
La celebración se ha prolongado en las calles del centro de Jerez con un recorrido en el que el Santísimo ha pisado las alfombras elaboradas por hermandades, cofradías y otras entidades de culto y eclesiales en general así como pasando ante diversos altares montados en plenas calles del itinerario por algunas de estas asociaciones y movimientos presididos por imágenes de María Santísima o de algún Santo.