Con motivo del Día Mundial del Emigrante y el Refugiado, el sacerdote Gabriel Delgado Álvarez, director del Secretariado de Migraciones de Cádiz-Ceuta, pronunció ayer, 17 de enero, en el Obispado una conferencia con el título “La Iglesia y los Inmigrantes”. Este acto estaba organizado por Cáritas Diocesana de Asidonia-Jerez y la Delegación de Pastoral Social.
La apertura del acto corrió a cargo de Monseñor José Mazuelos, Obispo de la Diócesis de Jerez que destacó la importancia de este día, “para sensibilizarnos sobre esta realidad existente”. Asimismo, destaco que “debemos conseguir que, como decía el Santo Padre, la migración sea una peregrinación de fe y esperanza para aquellos que abandonan sus tierras y sus casas”. También afirmó que “no debemos quedarnos en lo asistencial sino luchar por una verdadera integración de los inmigrantes, para que el que venga pueda encontrarse con sus derechos reconocidos, así como su dignidad”.
Gabriel Delgado Álvarez, director del Secretariado de Migraciones de Cádiz-Ceuta comenzó su conferencia con una reflexión religiosa ante esta realidad recordando textos y citas bíblicas como la del Deuteronomio, “Porque fuisteis emigrantes en Egipto” o “Fui forastero y me hospedasteis”, donde queda patente la actitud de Jesús ante esta realidad. Asimismo, hizo un recorrido desde los años 60, años en los que emigraron muchos españoles hasta el momento actual en el que “la gente más joven y preparada se va de España”. De modo que, por estos motivos, “debemos mirar esta realidad con cierta compasión y sintonía”.
A continuación, Gabriel Delgado describió la migración como un fenómeno global y destacó las palabras de Benedicto XVI que define este fenómeno como “uno de los signos de nuestro tiempo”. Para ello, aportó numerosos datos, a nivel mundial, europeo, nacional e incluso de la propia Diócesis. Entre las cifras cabe destacar el aumento que se ha producido en España, ya que actualmente existen más de cinco millones de extranjeros, procedentes en su mayoría de Rumanía y Marruecos y en el caso de la Diócesis de Asidonia-Jerez existen un total de 15.000 extranjeros de 527.000 habitantes.
Asimismo, en esta conferencia, planteó a los asistentes cuestiones como “¿Por qué vienen los inmigrantes?”. Ante esta pregunta analizó las causas, entre las que destacan la búsqueda de bienestar, la huida de situaciones en el origen de violencia, guerras, gobiernos corruptos… Aún así, hizo especial hincapié en que este cambio espacial “supone para ellos que se desmorone su escala de valores, ya que llegan a un mundo totalmente distinto, a una realidad diferente”.
Ante ello, planteó el papel que en esta situación tiene la Iglesia, que tiene la tarea de “escuchar a las personas, ayudar a encontrar de nuevo sus valores, esas raíces que a veces pierden, así como ayudarles a reconstruir el sustrato de la fe”. Y a ello añadió que “es un fenómeno complejo, que hay que abordarlo con creatividad, justicia y eficacia y al que la Iglesia debería dedicarle mucho tiempo”
Sin duda, también explicó que esta realidad, “está generando una nueva sociedad y eso supone nuevos retos, exigencias… y una nueva Pastoral de Migraciones ágil, cercana, próxima, creativa, que escucha…”.
Durante su conferencia también analizó cómo se aborda la cuestión de las migraciones desde la Sociedad, ”que aún actúa con prejuicios, estereotipos..”, así como desde la Administración, ante lo que afirmó que “deben regular los flujos migratorios razonablemente, con estructuras de acogida adecuadas, para respetar la dignidad y los derechos fundamentales”. Por su parte, en cuanto a la Iglesia, afirmó que ya existe una Pastoral Migratoria que avanza día a día “pero hace falta una mayor coordinación pastoral que nos lleve a un horizonte claro. La iglesia tiene que asumir que es una tarea de TODA la Iglesia”.
También destacó la visión de los obispos, que plantean la inmigración “como un momento de gracia, un auténtico Kayrós y una oportunidad histórica para evangelizar, para impulsar la acción caritativa, para la integración…”
Asimismo, en su intervención explicó el papel de la Pastoral de Migraciones que nace en el siglo XIX y que tiene como objetivos “estar dentro de la pastoral ordinaria y lograr la integración de los inmigrantes”. También hizo hincapié en que “tendríamos que trabajar en el país de procedencia, en el camino y en el país de llegada, trabajando siempre coordinadamente”.
En este acto también estuvieron presentes Francisco Domouso, director de Cáritas Diocesana de Asidonia-Jerez y Antonio Reyes, de la Pastoral Social de la Diócesis de Asidonia-Jerez.
Los asistentes participaron activamente en este acto e hicieron diversas reflexiones planteando también su experiencia en cuanto al tema tratado, ya que sin duda, es una realidad que está presente en todas partes.