La celebración de la Eucaristía, como la que esta
mañana he reunido en Marismillas a los romeros de Jerez y El Puerto de Santa
María, y la invitación expresa, durante esta misa, a la Penitencia otorgan al
Camino del Rocío la dimensión prioritariamente cristiana de esta expresión
popular
Monseñor
José Mazuelos Pérez, obispo de Asidonia-Jerez, se hará presente mañana viernes
en el Cerro de los Ánsares, en el Parque Nacional de Doñana, para oficiar la
celebración de la Eucaristía que, en el paradisíaco arenal, reunirá a los
romeros de la Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Jerez desde las diez de
la mañana.
Ya
esta mañana, a la misma hora pero doce kilómetros antes, en Marismillas (que
fue anoche primer paraje de pernocta de los rocieros jerezanos y portuenses),
tuvo lugar otra celebración eucarística presidida por el sacerdote Ángel Pérez
del Yelmo, director espiritual de la Hermandad de Sanlúcar de Barrameda y
capellán de la Hermandad de El Puerto de Santa María, acompañado en la
concelebración por Antonio Luis Sánchez Álvarez, capellán de la Hermandad de
Jerez.
Pérez del Yelmo, en una invitación expresa al finalizar
la eucaristía celebrada para las corporaciones romeras jerezana y portuense, ha
llamado la atención sobre que “los curas en el Camino del Rocío venimos
trabajando, y la romería es un momento magnífico para ponerse en paz con Dios”.
Las reacciones de no pocos hermanos comienzan a poner al descubierto la
importancia del compromiso cristiano de muchos de los participantes en esta
convocatoria de vísperas de Pentecostés.