Las organizaciones diocesanas CONFER, Obras Misionales Pontificias, Pastoral Social, Hogar San Juan, Cáritas Diocesana y Hogar La Salle, se han constituido como Mesa de Coordinación, con el fin de actuar e intentar dar respuesta, como una sola voz, de la acción social de la Iglesia antes las dificultades que sufren nuestros hermanos migrantes y refugiados.
Jerez, 14 de octubre de 2015. Las organizaciones diocesanas CONFER, Obras Misionales Pontificias, Pastoral Social, Hogar San Juan, Cáritas Diocesana y Hogar La Salle, se han constituido como Mesa de Coordinación, con el fin de actuar e intentar dar respuesta, como una sola voz, de la acción social de la Iglesia antes las dificultades que sufren nuestros hermanos migrantes y refugiados.
Jerez, 14 de octubre de 2015. Las organizaciones diocesanas CONFER, Obras Misionales Pontificias, Pastoral Social, Hogar San Juan, Cáritas Diocesana y Hogar La Salle, se han constituido como Mesa de Coordinación, con el fin de actuar e intentar dar respuesta, como una sola voz, de la acción social de la Iglesia antes las dificultades que sufren nuestros hermanos migrantes y refugiados.
En consonancia con el evangelio y la petición del Papa Francisco, ante la proximidad del Jubileo de la Misericordia, deseamos dar respuesta como Iglesia, en la medida de nuestras posibilidades, al sufrimiento que la movilidad humana está originando en cuantas personas se acercan a nuestra diócesis, no solo a consecuencia de la situaciones de guerra, sino en búsqueda de una vida que les permita vivir con dignidad, huyendo de la hambruna, los conflictos raciales, políticos y religiosos, la trata y la enfermedad, entre otras causas.
La Iglesia tiene amplia experiencia en la acogida y el acompañamiento de inmigrantes y refugiados, siendo necesario recordar que venimos trabajando sobre esta realidad desde hace años, en los mismos lugares de origen. La Mesa considera clave la acción coordinada y la colaboración con las administraciones públicas y entidades privadas, que intentan dar una respuesta a estas personas, más allá de la simple acogida de asilados y migrantes, ya que exige un acompañamiento posterior para atender las necesidades de integración e intentar dignificar su vida.
La crisis actual, no es solo una crisis de refugiados. No podemos, ni debemos quedarnos solo en una respuesta de emergencia y debemos hacer lo posible, para trasladar un mensaje coherente y contrario al cortoplacismo en las respuesta políticas a esta realidad. Refugio e inmigración, debe abordarse de forma conjunta e inseparable, alentando a la sociedad de que las causas que producen estas situaciones, no son casuales sino que son consecuencias de políticas concretas que las favorecen, cuestionando las políticas de acogida, asilo y refugio, no solo de nuestro país, sino de Europa.
Nos ofrecemos y nos ponemos a disposición de las entidades públicas, para ayudar en cuantas actuaciones se propongan y coordinen, desde la subsidiariedad.