sábado, 28 de mayo de 2011

EL OBISPO DE JEREZ INSTA A LOS FIELES, JUNTO A LA VIRGEN DE LA MERCED EN LA CATEDRAL, A "LA VALENTÍA DE LA HUMILDAD"

Monseñor José Mazuelos preside la solemne pontifical que pone colofón a los cultos del cincuentenario de la coronación canónica de la Patrona de Jerez

Nuestra Señora de la Merced, la Patrona de Jerez, ya está en su basílica tras una semana de histórica presencia en la Santa Iglesia Catedral del Salvador, templo que ha acogido los cultos extraordinarios que han conmemorado los 50 años que se cumplen justo hoy, 28 de mayo, de la coronación canónica de la imagen.

Su vuelta, tras triduo celebrado estos días y la solemne pontifical que ha presidido esta mañana monseñor José Mazuelos Pérez, obispo de Asidonia-Jerez, ha tenido lugar por medio de una procesión que ha cuajado su cortejo de simpecados y estardarte marianos de hermandades, cofradías y demás movimientos y asociaciones de Iglesia.

Y todo ha tenido lugar, tal y como pretendían los religiosos mercedarios custodios de la devoción de la Patrona, con sencillez evangélica. Y la humildad de María ha sido precisamente el argumento fundamental que el pastor diocesano ha tenido en cuenta en la homilía de la celebración que hoy ha llenado la Catedral.

Mazuelos, acompañado del provincial de los mercedarios padre José Ignacio Postigo así como de una importante presencia de sacerdotes de la mencionada orden y del propio presbiterio diocesano, se ha referido a la "juventud evangélica" que, aprendida de la Madre, es necesaria "para emprender caminos nuevos".

"Gente dispuesta a no anquilisarse, dispuesta a ir contracorriente en medio de una cultura atea", pidió el obispo aclarando que "Dios ha puesto los ojos en la humildad de la Virgen, eso es ser joven". Y completó: "No es solo buscar lo imposible sino aceptar también la verdad de la humildad".

Habló el prelado de "la humildad del Creador y la humildad de la creatura". Y explicó que "de ese encuentro de humildades nace la gran enseñanza para todos nosotros representada en San Juan". "María nos enseña que el camino de la plenitud es la humildad porque constituye el modo de actuar del mismo Dios", dijo.

Fue así, desentrañando las virtudes de María Santísima y mientras predicaba junto al paso de la Virgen de la Merced poco antes de iniciar la procesión que la devolvería a su basílica, como instó a los muchos fieles que llenaban la Catedral, a ejercitarse en "la valentía de la humildad".

"No tened miedo a los caminos alternativos", añadió refiriéndose a los marcados por "el amor verdadero, un estilo de vida sobrio y solidario, relaciones afectivas sinceras y puras, un empeño honrado en el estudio y el trabajo, un interés profundo en el bien común y, sobre todo y en un mundo relativista, un amor grande por la verdad".

Tras la celebración, acompañada musicalmente por la Coral de Nuestra Señora de la Merced, se inició la procesión, que, en un mediodía luminoso en Jerez, se abrió camino por el casco histórico de la ciudad a través de Cruces, Arroyo, Curtidores, Peones o Carpintería Baja, tan adecuadas a homenajear a una devoción del siglo XIII.

Durante los días 29, 30 y 31 de mayo, la imagen quedará expuesta en solemne ceremonia de besamanos que aún llevará a muchos fieles a su basílica. El tributo a la Patrona, en el cincuentenario de la coronación canónica de Nuestra Señora de la Merced, prosigue por tanto.