Animados por nuestro Obispo y en su nombre, la Delegación de Pastoral Social de la Diócesis de Asidonia-Jerez ante el anunciado cierre de la empresa VICASA, más conocida como la Fábrica de Botellas, y el consiguiente despido de sus trabajadores y trabajadoras, quiere manifestar lo siguiente:
1. A la luz de la Doctrina Social de la Iglesia, rechazamos la decisión de la empresa que viene a aumentar el número de personas desempleadas de nuestra zona porque responde a criterios exclusivamente económicos de los propietarios, sin tener en cuenta el bien común y los legítimos intereses de los trabajadores y trabajadoras que verán cercenados sus proyectos de futuro y deseos de vivir dignamente.
2. La Iglesia diocesana expresa su solidaridad y apoyo a los trabajadores y trabajadoras de VICASA y a sus familiares. Animamos su lucha pacífica en defensa de sus derechos y justas reivindicaciones apoyando con nuestra presencia cuantas acciones vayan convocando. Quien ama con caridad a los demás, es ante todo justo con ellos. No basta decir que la justicia no es extraña a la caridad, que no es una vía alternativa o paralela a la caridad: la justicia es inseparable de la caridad, intrínseca a ella. (Caritas in veritate 6.)
3. El Papa Benedicto XVI en el nº 9 de su Encíclica “Caridad en la verdad” afirma: “La Iglesia no tiene soluciones técnicas que ofrecer y no pretende de ninguna manera mezclarse en la política de los Estados. No obstante, tiene una misión de verdad que cumplir en todo tiempo y circunstancia a favor de una sociedad a medida del hombre, de su dignidad y de su vocación”. Por ello, cada persona creyente debe colaborar, en la medida de sus posibilidades, en la construcción de ese tipo de sociedad.
4. Elevamos nuestra oración a Dios para que ilumine a las personas responsables de buscar justas soluciones a este conflicto y para que fortalezca a las personas directamente perjudicadas en esta situación.
1. A la luz de la Doctrina Social de la Iglesia, rechazamos la decisión de la empresa que viene a aumentar el número de personas desempleadas de nuestra zona porque responde a criterios exclusivamente económicos de los propietarios, sin tener en cuenta el bien común y los legítimos intereses de los trabajadores y trabajadoras que verán cercenados sus proyectos de futuro y deseos de vivir dignamente.
2. La Iglesia diocesana expresa su solidaridad y apoyo a los trabajadores y trabajadoras de VICASA y a sus familiares. Animamos su lucha pacífica en defensa de sus derechos y justas reivindicaciones apoyando con nuestra presencia cuantas acciones vayan convocando. Quien ama con caridad a los demás, es ante todo justo con ellos. No basta decir que la justicia no es extraña a la caridad, que no es una vía alternativa o paralela a la caridad: la justicia es inseparable de la caridad, intrínseca a ella. (Caritas in veritate 6.)
3. El Papa Benedicto XVI en el nº 9 de su Encíclica “Caridad en la verdad” afirma: “La Iglesia no tiene soluciones técnicas que ofrecer y no pretende de ninguna manera mezclarse en la política de los Estados. No obstante, tiene una misión de verdad que cumplir en todo tiempo y circunstancia a favor de una sociedad a medida del hombre, de su dignidad y de su vocación”. Por ello, cada persona creyente debe colaborar, en la medida de sus posibilidades, en la construcción de ese tipo de sociedad.
4. Elevamos nuestra oración a Dios para que ilumine a las personas responsables de buscar justas soluciones a este conflicto y para que fortalezca a las personas directamente perjudicadas en esta situación.