La Solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo ha sido celebrada esta mediodía en la Santa Iglesia Catedral del Divino Salvador con una misa pontifical que, con posterior salida procesional del Santísimo por las calles del centro de la ciudad, ha sido oficiada, por primera vez, por el nuevo obispo de Asidonia-Jerez, Monseñor José Mazuelos Pérez.
El prelado, quien ha contado con una treintena de sacerdotes concelebrantes y un templo lleno de fieles entre quienes se encontraban la alcaldesa de Jerez, Pilar Sánchez, y diversos miembros de la corporación municipal, ha subrayado la idea de que "celebrando la Eucaristía nos hacemos contemporáneos del sacrificio de Cristo en la Cruz".
Monseñor Mazuelos, quien también habló de la Eucaristía como "el alimento que el hombre necesita de Dios, alimento de amor, de eternidad", señaló que Él es "el que toma los panes y los peces del hombre, el alimento puramente material, y los eleva". "Es un misterio de la esencia de nuestro Dios, y los ojos de nuestra fe certifican que ahí está Cristo" añadió.
Al respecto del Día de la Caridad que se celebra con motivo del Corpus, el prelado afirmó que "la crisis económica es la punta del iceberg de una crisis de valores". Mazuelos indicó que "ésa esa la crisis que tenemos, la de la dignidad del ser humano, enmedio de una sociedad en la que el dinero es el centro del mundo".
Su mensaje fue de esperanza, sin embargo: "Podemos sentirnos frágiles pero la Eucaristía nos hace fuertes frente a la crisis, el Señor no vive de espaldas a nuestras pesadumbres". "Dios está aquí, y nos ayuda a construir una sociedad más justa", apuntó en una celebración que se vió sucedida por la procesión que llevó al Santísimo en la custodia sobre carroza sacramental.
La procesión, matinal por primera vez desde hace más de treinta años, contó también con la presencia en la comitiva de pasos con Santa Rita de Casia, del convento de agustinas de Santa María de Gracia; San Juan Grande, patrón de la Diócesis; San Francisco de Asis, en el 800 aniversario de la Regla Franciscana, y la Virgen de la Salud Divina Enfermera, también procedente de Capuchinos.