viernes, 7 de marzo de 2008

JUAN EL DE LOS POBRES

8 de Marzo de 1.550. Muere en Granada, en pleno Albaicín, en una pequeña habitación que le habían cedido los Sres de Pisa, de rodillas y abrazado a un crucifijo, Juan Ciudad Duarte. Cuando le descubrieron llevaba varias horas muerto, pero arrodillado y sin soltar la cruz.

El nombre de Juan Ciudad Duarte no le dirá mucho a la mayoría de los lectores pero seguro que el nombre de "Juan el de Dios", San Juan de Dios desde que en 1.690 fuera elevado a los altares, resonará con fuerza actual en los corazones de muchos. Su nombre, unido al de la Orden Hospitalaria, resuena seguro con fuerza en el corazón de muchos jerezanos testigos de su labor.
"Hacer el bien, bien hecho", repetía a sus colaboradores, "Haceos el bien a vosotros mismos", voceaba mientras recorría Granada pidiendo.

Este hombre de espíritu inquieto que conoció diversas profesiones hasta que encontró lo que de verdad Dios quería de él, fué el precursor y auténtico impulsor de la moderna enfermería, sentando unas bases que aún tienen plena vigencia.

Su actuación heróica y milagrosa en el incendio provocado en el Hospital Real de Granada, rescatando uno tras otro a sus compañeros enfermos, le ha valido ser, además del Patrono de Hospitales y Enfermeros, Patrón del Cuerpo de Bomberos.

Sí, nos hemos referido a "compañeros enfermos". El día de su "conversión", 20 de Enero de 1.539, y a causa de sus exageradas manifestaciones de arrepentimiento, fue tomado por loco y recluido en el mencionado Hospital Real donde conoció los métodos terapéuticos de la época conjurándose desde entonces a revolucionar la forma de tratar a los enfermos.

Uno tras otro, los hospitales que fundó, se caracterizaron por una dosis de amor, de amor por los demás que no tenía otro fundamento que su amor apasionado por Cristo, lo que le hizo parecer enajenado, aunque a su alta hospitalaria, el Director del Hospital, cuenta su biógrafo, le extendió un "certificado de salud" en el que se hacía constar que estaba, no sólo cuerdo sino que más cuerdo que muchos de los considerados sanos.

Esta altísima "cima de la caridad" que fue San Juan de Dios, Fundador de la Orden Hospitalaria de su mismo nombre, Patrono de los Hospitales, Enfermeros y Bomberos, bendiga en este día en el que conmemoramos su muerte, a todos, en especial a los enfermos, a los "Hermanos de su hábito", y a todos los que colaboramos en el ministerio de la hospitalidad.

Hnos. de San Juan de Dios
Hospital Juan Grande