El próximo jueves día 30 de julio se celebrarán misa en su memoria tanto en la Santa Iglesia Catedral como en el Santuario de San Juan Grande
El Beato Manuel Jiménez Salado, religioso hospitalario de la Orden de San Juan de Dios natural de Jerez de la Frontera, será especialmente rememorado al alcanzarse, el próximo jueves 30 de julio, el 73 aniversario de su muerte. El día de esta efeméride tendrán lugar, en su honor, sendas celebraciones de la Eucaristía en la ciudad que lo vio nacer: en la Santa Iglesia Catedral, a las 19,30 horas, y en el Santuario de San Juan Grande, a las 19 horas.
El Beato Manuel Jiménez Salado nació en el seno de una familia modesta y fue bautizado en la parroquia de San Miguel. Trabajando como criado doméstico en su juventud conoció a los Hermanos de San Juan de Dios en cuya orden ingresa. Tras una primera renuncia al hacérsele cuesta arriba y perseverando en su voluntad de ser religioso, es aceptado de nuevo en diciembre de 1935. Ejerció de limosnero en Barcelona pasando luego al hospital de niños de Calafell.
Antes de que le diera tiempo a entrar en el noviciado sería fusilado junto a un grupo de religiosos el 30 de julio de 1936. Fue beatificado el 27 de octubre de 1992. Sus reliquias se encuentran en el Santuario de San Juan Grande, donde podrán ser besadas tras la celebración anunciada.
El Beato Manuel Jiménez Salado, religioso hospitalario de la Orden de San Juan de Dios natural de Jerez de la Frontera, será especialmente rememorado al alcanzarse, el próximo jueves 30 de julio, el 73 aniversario de su muerte. El día de esta efeméride tendrán lugar, en su honor, sendas celebraciones de la Eucaristía en la ciudad que lo vio nacer: en la Santa Iglesia Catedral, a las 19,30 horas, y en el Santuario de San Juan Grande, a las 19 horas.
El Beato Manuel Jiménez Salado nació en el seno de una familia modesta y fue bautizado en la parroquia de San Miguel. Trabajando como criado doméstico en su juventud conoció a los Hermanos de San Juan de Dios en cuya orden ingresa. Tras una primera renuncia al hacérsele cuesta arriba y perseverando en su voluntad de ser religioso, es aceptado de nuevo en diciembre de 1935. Ejerció de limosnero en Barcelona pasando luego al hospital de niños de Calafell.
Antes de que le diera tiempo a entrar en el noviciado sería fusilado junto a un grupo de religiosos el 30 de julio de 1936. Fue beatificado el 27 de octubre de 1992. Sus reliquias se encuentran en el Santuario de San Juan Grande, donde podrán ser besadas tras la celebración anunciada.