Jerez de la Frontera, 18 de junio de 2018.- Ante la pregunta ¿y vosotros cómo vais a responder?, nos hemos reunido los responsables de Cáritas, Hogar La Salle y Hogar San Juan, para analizar la realidad, en este asunto de las migraciones, y concretar una respuesta a la misma.
En primer lugar, constatamos la amplia respuesta que se está dando desde distintos puntos y realidades eclesiales a la demanda de atención de personas en situación de migración. Son el conjunto de muchos esfuerzos y compromisos anónimos que ya están poniendo en claro el valor de la vida de estas personas, más allá de su origen y de su preferencia de destino.
Son también varias las asociaciones y entidades sin ánimo de lucro, con plazas subvencionadas por las administraciones públicas, las que están dando respuesta según el número de plazas concedidas y los tiempos de estancia autorizados. A ello, le suman la profesionalidad y agilidad necesarias en los momentos de especial necesidad.
En nuestro análisis, y sin pretender aclarar todo lo que se debería o podría hacer, descubrimos unos puntos débiles, que se convierten en grupos de personas migrantes sin atender. Son aquellos que, por sobrecarga de los centros de internamiento, son atendidos en los calabozos de las distintas dependencias policiales de la provincia en el momento de su desembarco. Esto supone, además del hacinamiento, la puesta en la calle a las 72 horas de haber dejado el mar, con la consiguiente desorientación, inseguridad y abandono en nuestras ciudades, y fuera de los cauces de atención establecidos en los convenios para ello licitados.
A estos se unen los que llevados a un Centro de menores por la posibilidad de serlo, y una vez calificados como adultos, al instante son devueltos a la calle. Estos se parecen mucho a aquellos que, al cumplir los 18 años, al día siguiente han de dejar el Centro y se encuentran en situación de especial vulnerabilidad y sin herramientas para vivir, habiéndolo tenido todo hasta ese momento.
Suponemos que habrá próximamente una gran externalización de los que están en los centros de internamiento, con el fin de dejar sitio ante la posible llegada masiva en estos meses de verano.
Por estos y otros muchos que se nos escapan aún, PEDIMOS
· Que se dote y establezca un punto de primera atención, de forma estable con el fin de evitar el abandono en la calle de quienes acaban de llegar, dando al mismo tiempo la atención sanitaria imprescindible.
· Que este punto no sean las antiguas instalaciones de sementales como se ha informado.
· Que se aumenten las plazas concertadas con las entidades que realizan la atención a esta población.
Por nuestra parte, OFRECEMOS y acordamos las tres entidades:
· Potenciar la atención que se viene ofreciendo desde los distintos programas de acogida y desarrollo, aun sin plazas concertadas.
· Compartir y organizar los espacios, recursos y personal que tenemos para atender a aquellos inmigrantes que se quedan fuera de los cauces citados anteriormente, una vez detectada la situación de calle, DOTANDO PARA ELLO UN PROGRAMA ESPECÍFICO DE 15 PLAZAS, que se suman a las ya existentes.
Sabemos que todo es poco ante tanta necesidad. Por eso no nos contentamos con lo que hacemos, sino que ampliamos y ojalá que podamos responder mejor a quienes con la misma mirada de Cristo nos piden una respuesta en nuestros ojos y en nuestras manos, porque, como dijo Jesucristo: “Fui extranjero y me acogisteis”.
CÁRITAS DIOCESANA - HOGAR LA SALLE - HOGAR SAN JUAN