Las Hermanas de Belén habitan ya de este espacio de un monasterio que es propiedad de Patrimonio del Estado
Jerez, 15 de diciembre de 2017.- El delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, ha puesto hoy en valor “la decidida apuesta del Gobierno de España por la preservación del patrimonio de Andalucía” a través del Programa de Rehabilitación del Patrimonio Arquitectónico que promueve el Ministerio de Fomento para la reconstrucción de edificios históricos y conjuntos monumentales. Desde 2012, sólo las ayudas concedidas a través de estos fondos superan los 15,1 millones de euros.
Sanz ha hecho estas declaraciones durante la inauguración de las nuevas dependencias del ala norte del claustro grande de la Cartuja de Jerez de la Frontera (Cádiz), un conjunto histórico que ha sido restaurado con una inversión de 1.613.221,50 euros a cargo íntegramente del Ministerio de Fomento tras 24 meses de ejecución de obras.
El delegado ha recorrido el ala del monasterio donde se ha realizado la obra y el resto del conjunto arquitectónico junto al subdelegado del Gobierno en Cádiz, Agustín Muñoz; el obispo de la Diócesis de Cádiz, José Mazuelos Pérez, el jefe de área del programa de Rehabilitación del Patrimonio Arquitectónico del Ministerio de Fomento, Manuel Valdecantos; los delegados de Tragsa en Andalucía y Cádiz, Sebastián García e Ignacio Campos, así como técnicos que han explicado los detalles de los trabajos.
“Esta rehabilitación ha sido posible gracias a la sensibilidad y el compromiso firme del Ministerio de Fomento por preservar el valor y la belleza de la arquitectura andaluza”, ha destacado Sanz tras afirmar que la Cartuja de Jerez “es un edificio irrepetible, puesto que fue declarado Monumento Histórico Artístico en 1856, es Bien de Interés Cultural (BIC) y constituye el conjunto monumental de mayor valor artístico de la provincia de Cádiz”.
Según ha explicado, las obras de rehabilitación en la Cartuja, que han sido ejecutadas por la empresa Tragsa y comenzaron en diciembre de 2015, se han centrado principalmente en la zona del ala norte del claustro grande “debido al alto grado de deterioro que presentaba y que ya fue objeto de una intervención en 1984 para evitar su derrumbe”.
Los trabajos han consistido en la adecuación de diferentes espacios para su uso como dependencias adecuadas para las hermanas que viven en el monasterio. En concreto, ha señalado Sanz, se han habilitado quince habitaciones, nueve en la planta baja –con espacio murado aledaño a cada una de ellas para huerta o jardín-- y seis en la planta alta –con terrazas individuales--.
La ejecución de las obras se ha realizado en el mismo espacio que originariamente ocuparon las antiguas celdas cartujanas, por lo que se ha aprovechado la estructura ya existente y los restos murados en la nueva edificación. Además, los trabajos también han servido para intervenir en la galería norte.
Programas de rehabilitación
Tras destacar el buen resultado de la obra, el delegado ha manifestado que el proyecto de recuperación ejecutado en la Cartuja de Jerez “es una muestra más del firme compromiso y la apuesta del Gobierno por la preservación del inmenso patrimonio monumental y cultural de Andalucía”, que desde 2012 ha recibido unos 50 millones de euros del Ministerio de Fomento en proyectos de restauración, consolidación y rehabilitación de edificios y monumentos históricos en diversas provincias.
Esta inversión se ha materializado a través de los dos principales programas que el Gobierno dedica a este tipo de actuaciones: el Programa de Rehabilitación del Patrimonio Arquitectónico, que consiste en la financiación de obras relevantes con los presupuestos propios del Ministerio de Fomento, como ha sido el caso del proyecto de reconstrucción en la Cartuja de Jerez; y el programa del 1,5% Cultural, de obligado cumplimiento para garantizar la conservación y promover el enriquecimiento del patrimonio histórico, cultural y artístico español.
En el caso de Andalucía, el Ministerio de Fomento ha aportado 15,1 millones de euros desde 2012 en siete proyectos --cinco ya finalizados y dos en curso— a través del Programa de Rehabilitación del Patrimonio Arquitectónico. Tres de estas siete intervenciones han sido destinadas a la provincia de Cádiz por un importe de 4,8 millones de euros.
En cuanto al Programa de Conservación del Patrimonio Histórico Artístico (1,5% Cultural), el delegado ha explicado que Andalucía ha recibido una inversión de 34,9 millones de euros para 40 actuaciones ya finalizadas más otros seis proyectos que se encuentran en fase de ejecución.
De esta aportación, a la provincia gaditana se ha destinado la cantidad de seis millones de euros para siete intervenciones más una octava en curso, la rehabilitación de la antigua Iglesia de San Agustín y su adaptación al Museo Arqueológico, donde el Ministerio de Fomento aporta más de 600.000 euros.
En total, ha destacado Sanz, de los 50 millones de euros que la Comunidad Autónoma ha percibido del Ministerio de Fomento en materia de rehabilitación patrimonial, el 21,6% ha recaído en proyectos de la provincia de Cádiz (10,8 millones de euros).
Reseña histórica
En las inmediaciones del río Guadalete, y enclavado en un paraje rústico, la Cartuja de Jerez de la Frontera forma un recinto construido de tres hectáreas que se declaró Monumento Histórico Artístico en 1856 y, posteriormente, Bien de Interés Cultural (BIC). Su estilo inicial se corresponde con el gótico tardío y data del siglo XV.
Están consideradas de gran interés su portada renacentista, obra de Andrés de Ribera, así como la capilla de Santa María. También destaca la sillería del coro y el retablo mayor, realizado por Juan de Oviedo de la Bandera (1565-1625) y el pequeño claustro gótico, proyectado por Martínez Montañés. En el Museo de Cádiz se conservan numerosos cuadros de Zurbarán que pertenecieron a esta cartuja.
Actualmente son las monjas de Belén, de la Asunción de la Virgen y de San Bruno las que continúan la tarea que durante más de cinco siglos han llevado a cabo los padres cartujos.
En 1810, con la invasión francesa, se inició la destrucción del conjunto formado durante los tres siglos anteriores. La proximidad del ejército francés obligó a los monjes a abandonar el monasterio para refugiarse en Cádiz, pero a su regreso lo encontraron desolado y saqueado, con desperfectos importantes, incluso en las edificaciones destinadas a alojamiento de tropas.