Cáritas Diocesana de
Asidonia-Jerez ha presentado hoy la Campaña de Personas Sin Hogar 2017 que este
año ha cumplido su 25 aniversario y lleva el lema “Somos personas, tenemos
derechos. Nadie Sin Hogar”.
Jerez, 16 de noviembre 2017. Francisco
Domouso ha presentado hoy dicha campaña, que este año cumple su 25 aniversario
y con la que “seguimos reclamando los derechos de las personas, principalmente
de los últimos y no atendidos” ya que
“como no votan, tampoco merecen la atención de los responsables públicos y de
las políticas sociales”. En relación al lema de este año, “Somos personas, tenemos
derechos”, Domouso ha incidido en que “toda persona tiene derechos, son
universales e incluyentes, no dependen de la beneficencia, ya que no son
regalos”.
Durante su intervención ha detallado algunas
cifras sobre esta realidad. Actualmente hay aproximadamente 40.000 personas en
situación de sin hogar en España, cifra que aumenta en cuanto a personas que
residen en una vivienda insegura (3,6 millones de personas) o inadecuada (5
millones de personas). Asimismo, más de 3,8 millones de hogares, están afectados
por procesos de exclusión social, mientras que un 41% de los andaluces están en
riesgo de pobreza y un 12,8 de pobreza severa. En cuanto al gasto público total
en Servicios Sociales fue de 16.000 millones de euros en 2016, aproximadamente
1.000 millones menos que en 2010.
Por otro lado, Domouso ha hecho hincapié en que
“existen dificultades de acceso al sistema sanitario y falta una atención
adecuada en lo referente a salud mental”. También ha destacado que “se han
incrementado los delitos de odio hacia las personas sin hogar, ya que un 47% de
estas personas refieren al menos un incidente o delito durante su historia de
sinhogarismo”.
En cuanto al Centro de Día de Cáritas Diocesana,
se han atendido a 44 personas de las que
25 finalizaron este proceso de inserción. En cuanto al perfil de las personas
atendidas más del 81% son hombres, con edades de entre 46 y 59 años, de nacionalidad española (77%), con estudios
primarios (43%) y han pasado, en su mayoría, entre uno y dos años sin domicilio
fijo. A continuación, Francisco Domouso ha explicado que “este no es un centro
de calor y café, vamos más allá, y realizamos un proceso de acompañamiento
personalizado, en el que también se les posibilita una formación adaptada a sus
posibilidades con el objetivo de que puedan conseguir un empleo digno que les
ayude a recuperar su autonomía”.
Finalmente Francisco Domouso ha resaltado “la
progresiva reducción de los recursos públicos destinados a este colectivo por
parte de las administraciones y principalmente por parte de la Junta de
Andalucía” y también ha explicado que “de 2014 al 2017, en el caso de Cáritas,
se ha reducido la partida presupuestaria destinada a Personas sin Hogar un 70%,
ante lo que hemos tenido que soportar con nuestros medios una gran parte de la
financiación de este centro durante los ejercicios 2015 y 2016 y este año nos
ha bajado la aportación un 75% respecto a la destinada en 2014.”
A continuación Sor Teresa Pérez, superiora de
las Hijas de la Caridad en Jerez ha explicado que “atendemos desde el pasado
año a una media de entre 50 a 60 personas en el comedor” a lo que ha añadido
que “vienen personas que viven en la calle, en el albergue o de okupas y
también muchas que aunque tienen un techo no cuenta con condiciones dignas y
necesitan que les cubramos esa necesidad”. También ha explicado que “estamos
derivando a otras entidades a familias
que tienen problemas socioeconómicos para que les ofrezcan una atención más
completa que no podemos atender” ya que “nuestra ayuda es de alimentación que,
aunque parezca muy necesaria, en una familia es lo mínimo, tienen otras
necesidades más importantes que a veces no se ven o las callamos dándoles un
kilo de legumbres”.
Ángel Rubio, participante de Centro de Día “El
Salvador” ha explicado que, “tener un hogar es donde encuentro calor,
pertenezco y me siento protegido, ya que puedo crecer, aprender, compartir,
soñar, jugar…” y también ha narrado su dura experiencia de vida tras perder a
su madre y caer en las adicciones. “Caí en un aislamiento total pero gracias a
la hermana Pura y a Cáritas entendí que la vida que llevaba me hacía infeliz y
abrí los ojos”. Explicando su evolución
ha detallado que “una vez que entré en el Centro me derivaron al Servicio de
orientación de Cáritas y comencé un curso, que me ha dado la oportunidad de
conocer mis valores, recuperar esas ganas de volver a ser responsable, estoy creciendo
como persona y tengo metas que quiero cumplir”.
Finalmente monseñor José Mazuelos, obispo de
Asidonia-Jerez ha mostrado su satisfacción por el papel de la Iglesia en la
atención a las personas sin hogar en la ciudad ya que “quiero estimular y
felicitar a los católicos por su colaboración ya que es necesario con el
recorte de las subvenciones”. También ha hecho hincapié en que “es necesario
hacer una llamada de atención a los poderes públicos para que pongan en marcha
las vías necesarias para atender a los enfermos metales adecuadamente”.