Ha tenido lugar la
conferencia “La transmisión intergeneracional de la pobreza: los factores que
influyen y el papel de la familia”, organizada por Cáritas Diocesana y a cargo
de Raúl Flores, del Equipo de Estudios de Cáritas Española y de la Fundación
FOESSA.
Jerez, 8 de junio 2017. Cáritas Diocesana ha celebrado hoy esta
ponencia en la que se ha planteado cómo la pobreza sí se puede heredar y los
factores que provocan esa transmisión de generación en generación.
Francisco Domouso, director de Cáritas Diocesana
de Asidonia-Jerez ha presentado a Raúl Flores que ha realizado, durante su
intervención, un repaso por las principales cuestiones recogidas en el estudio
elaborado por la Fundación FOESSA denominado "La transmisión
intergeneracional de la pobreza: factores, procesos y propuestas para la
intervención" que se presentó el pasado año.
Para comenzar, Flores ha afimado que “existe una
fuerte asociacion entre las condiciones de vida de padres e hijos especialmente
en las clases más empobrecidas de nuestra sociedad” y a continuación ha
definido la transmisión intergeneracional de la pobreza como “el mayor riesgo
que tienen las personas que han vivido en sus primeros años de vida en hogares
con problemas económicos, de tener esos mismos problemas cuando son
adultos". Ha añadido también que “aunque en España hay movilidad social,
se pueden mejorar o empeorar las condiciones de vida, las personas más pobres,
sin embargo, tienen mucha dificultad para cambiar su situación y por tanto se
transmite la pobreza de una generación a otra”.
A continuación se ha centrado en hacer un
recorrido por los principales factores que actúan en dicha transmisión de la
pobreza, como son la familia, el sistema educativo, el trabajo y la renta. En
cuanto al primero ha afirmado que “aquello que la familia tiene, o de lo que
carece, va a ser crucial en lo que los niños o niñas reciben de sus padres, ya
que, los valores, las actitudes, los hábitos, la motivación, habilidades… son
elementos que adquirimos en nuestros primeros años de vida en el seno
familiar”. En relación al sistema educativo, ha afirmado que “está funcionando
como transmisor de las desigualdades educativas, ya que se constata que no está
teniendo la capacidad para integrar los diferentes orígenes y sectores sociales
de los pequeños que llegan a la escuela”. A continuación ha recurrido a ciertos
datos que se reflejan en este informe, haciendo hincapié en que “8 de cada 10
personas cuyos padres no alcanzaron la primaria no han conseguido completar los
estudios secundarios”.
Acto seguido, ha abordado cómo también la
ocupación de los padres influye en las condiciones de vida de sus hijos, así
como la renta, ya que, tal y como arroja la investigación realizada, “4 de cada
10 adultos que vivió su adolescencia con problemas económicos muy frecuentes,
no consiguió alcanzar la educación secundaria”, por lo que “las condiciones
económicas de nuestros padres condicionan nuestro éxito educativo”.
También ha abordado la problemática de la pobreza
infantil en España afirmando que “somos el tercer país con mayor tasa de
pobreza infantil en la UE”. A continuación ha querido incidir en que “en
Cáritas queremos destacar que cuando hablamos de pobreza infantil no es más ni
menos que la pobreza de las familias con hijos” y también ha explicado que
“casi 1 de cada 2 hogares de familias numerosas se encuentra bajo el umbral de
pobreza”.
A todo ello ha añadido que “la inversión en
infancia y familia es insuficiente, ya que se observa como una responsabilidad
exclusiva de los padres” pero “si no invertimos en infancia estamos embargando
el bienestar futuro”. Recurriendo a los datos, ha detallado que “España
invierte del PIB el 1,3 frente al 2,2 que aporta la Unión Europea”.
abordaje global de la realidad, haciendo programas donde tengan cabida todos y dándole a las familias el papel protagonista de los procesos".