El
12 de Junio es el Día Mundial contra el Trabajo Infantil y está especialmente
centrado en erradicar el trabajo infantil. La OIT nos
recuerda que es urgente realizar reformas legislativas que garanticen la
eliminación del trabajo infantil.
En
Manos Unidas, conocemos las
peores consecuencias del trabajo doméstico infantil. En Haití, el país más
pobre de América, quedó devastado tras el terremoto de 2010 y denunciamos, una
vez más la situación de los niños y niñas que trabajan y que se convierten en
esclavos domésticos. Ellos son el grupo social más vulnerable, niños y niñas de
todas las edades, que por la falta de recursos de sus familias que viven en
entornos rurales muy pobres, remotos y sin oportunidades, son confiados a otras
familias, también pobres de entornos urbanos, con la esperanza de que, a cambio
de los trabajos del niño en las tareas del hogar, puedan acceder a más
oportunidades.
Esas
oportunidades nunca llegan y ya son más de 300.000 los pequeños que, en Haití,
se quedan sin infancia ni derechos, que con frecuencia son maltratados y
humillados, que pierden la relación con sus familias y trabajan sin descanso.
No tienen derecho a educación, asistencia sanitaria, salario y muchas veces
incluso ni la ración elemental de alimento. Son vulnerables a cualquier abuso
que se cometa sobre ellos y no tienen a nadie que les defienda.
Como en Haití no hay plazas
escolares para todos los niños, y más del 80% de la educación es privada, los
últimos que tienen oportunidad de estudiar, en familias que no pueden
escolarizar ni a sus propios hijos, son los niños en domesticidad. Por eso en Manos
Unidas hemos apoyado un centro de acogida, formación primaria y
profesional con un importe de más de un millón de euros, y que está lleva a
cabo nuestro socio local en el país, FMS (Foyers Maurice Sixto), con más de 20
años de experiencia en la defensa de los Derechos de la Infancia haitiana.
Esta organización también es la
responsable del Hogar Maurice Sixto, de Puerto Príncipe, al que asisten
regularmente 186 niñas y 64 niños entre 8 y 17 años, que fue abierto hace 21
años por el sacerdote haitiano Jean Baptista Miguel.
En la ciudad de Pune, en el estado
de Maharashtra, desde Manos Unidas
realizamos un “Proyecto Educativo para Niños que Trabajan en las Fábricas de
Ladrillos” porque esta pequeña industria se nutre, sobre todo, del trabajo de
mujeres y niños, fundamentalmente de familias emigrantes que viven por debajo
del umbral de la pobreza. Los niños trabajan rellenando los moldes de ladrillos
con barro, ayudan al transporte y los disponen al sol para el secado antes de
ser apilados para su cocción en un trabajo extenuante debido también al peso de
los ladrillos. Nuestro socio local en la zona ISC (Indian Sponsorship
Commitee), ha detectado la falta de servicios educativos para estos niños y
quiere acabar con esta situación logrando la completa escolarización de 1.140
niños y niñas que trabajan en las fábricas de ladrillos, con clases de apoyo
para evitar el fracaso, y actividades colaterales para un completo desarrollo
mental y emocional.
En
Akouedo, un barrio de las afueras de Abidjan, capital de Costa de Marfil, se
encuentra el mayor centro de recogida de basuras de África Oeste. Varias
hectáreas con 3 grandes fosas a cielo abierto de 4 a 5 m. de profundidad donde van a
parar todos los desperdicios de la capital, tanto domésticos como industriales
y sanitarios, que se pudren rápidamente por el calor desprendiendo gases
venenosos y un olor nauseabundo.
Aquí
llegan, entre otras personas, multitud de niños de entre 5 y 15 años: huérfanos
víctimas de malos tratos o hijos de familias que viven en la miseria, que
rebuscan entre las basuras corriendo el riesgo de contraer graves enfermedades.
La asociación local Afrique Secours et Assistance (ASA) abrió hace doce años un centro que
atiende a más de 80 niños de ambos sexos de entre 5 a 18 años a los que ofrecen
una correcta nutrición, atención médica
y formación integral. Con la financiación de Manos Unidas se ampliarán las
instalaciones para atender a 120 niños y se asegurará el funcionamiento por un
año.