“Un mundo más
justo para la mujer”
Si entramos en el campo antropológico, veremos que el hombre y la mujer son engendrados de igual forma, la vía para su desarrollo natural es la misma, los dos entran por la misma puerta dentro de la sociedad y, por supuesto, ambos están llamados a realizarse con los mismos derechos y las mismas oportunidades. Este principio lo realza fuertemente y es base inmutable del pensamiento antropológico cristiano. “Desde el principio Dios los crea a su imagen y semejanza, hombre y mujer los creó; a los dos le dio el mensaje de procrear y de dominar todo cuanto había sido creado”. Ambos fueron creados en el mismo grado por Dios y a su imagen y semejanza” (Mulieris Dignitatem).
La palabra dominar en algunos pueblos está fuertemente sacudida por el machismo y donde las tremendas desigualdades entre el hombre y la mujer existen fuertemente enraizadas en sus costumbres. Basta con citar algunos datos: las mujeres constituyen el 70% de los 1.300 millones de personas que viven en la pobreza extrema. Dos de cada tres personas analfabetas en el mundo son mujeres. Las mujeres y las niñas padecen graves discriminaciones en la asistencia médica y sanitaria y en su alimentación. De todo el comercio internacional de seres humanos, cerca del 70% es de niñas y mujeres. Son también victimas de soportar las cargas físicas que el mantenimiento de la familia les trae en el día a día (criar niños, cargar la leña, ir por agua, etc.).
“Justicia e igualdad” es lo que Manos Unidas quiere presentar en esta campaña que vamos a empezar, palabras también proclamadas en la Doctrina Social de la Iglesia en muchas ocasiones, como puntos de reflexión. “Es necesario promover los diversos campos en que los hombres y mujeres desarrollan sus actividades, en busca de la felicidad, que es posible en este mundo, de acuerdo con su dignidad de persona” (SRS).
Domingo Gutiérrez Rodríguez
Presidente-Delegado de Manos Unidas Jerez