sábado, 14 de abril de 2012

MONSEÑOR JOSÉ MAZUELOS ORDENA A UN NUEVO PRESBÍTERO: “EN ESTE MOMENTO HISTÓRICO DE RELATIVISMO TE TOCARÁ, ANTONIO LUIS, EVANGELIZAR EN UNA SITUACIÓN CULTURAL NUEVA”


La Santa Iglesia Catedral del Salvador ha acogido hoy la ordenación sacerdotal del joven diácono Antonio Luis Sánchez Álvarez de manos del pastor diocesano de Asidonia-Jerez y ante una amplia asamblea de fieles

Monseñor José Mazuelos Pérez, obispo de Asidonia-Jerez, ha ordenado este mediodía un nuevo sacerdote diocesano en la persona del hasta ahora diácono Antonio Luis Sánchez Álvarez, joven de 25 años de edad que ha venido ejerciendo su diaconía en la parroquia jerezana Virgen de los Dolores.

La Santa Iglesia Catedral se llenó para asistir el crecimiento del presbiterio asidonense y la consagración de quien, en el reconocimiento de que su vocación nació en su época de monaguillo hizo bien presente en la ceremonia la figura de los niños que se ocupan del servicio del altar en nuestras parroquias.

El pastor diocesano ha dirigido cariñosas palabras al nuevo sacerdote, al que ha instado a disfrutar de este día especial enmarcado en la Octava de Pascua. “Todo este misterio no tendría razón de ser sin Cristo Resucitado”, ha señalado recodando que “la vocación no es una elección, como una carrera profesional, sino que viene de lo alto”.

Mazuelos se ha referido al sacerdote como “el hombre de lo sagrado tomado del mundo y puesto en el mundo, pero siendo hombre de Dios y para Dios”. Ha añadido que el celibato es “expresión de la entrega al Señor de modo indiviso para estar más unido a Él, es necesaria una intimidad especial con el Señor”.

“En este momento histórico de relativismo te tocará, Antonio Luis, evangelizar en una situación cultural nueva”, le ha recordado al nuevo ordenado al que también dijo que “un sacerdote no se pertenece jamás asimismo, de modo que el pueblo debe apreciar su celo apostólico”.

Las promesas sacerdotales, la postración, la imposición de manos y otros ritos de la Ordenación Sacerdotal como la vestidura de la estola al modo del presbítero y la casulla ofrecieron, como es habitual en estas ceremonias, algunas de las estampas más llamativas.