Con ponencia de Francisco Javier Díaz Lorite, delegado del Clero de Jaén; admisión a órdenes de Antonio L. Sánchez y recuerdos por bodas de oro y plata
El día de San Juan de Ávila, patrón del clero español, es celebrado hoy por los sacerdotes de la Diócesis de Asidonia-Jerez, alrededor de un centenar de hombres, con media de edad alta, que se desviven a diario en el pastoreo de sus parroquias o el responsabilidades que los ponen al servicio de la sociedad.
A lo largo de toda esta mañana, y hasta la llegada del almuerzo que ha sido convocado como comida de confraternización, se ha desarrollado una conferencia que tuvo a su cargo el sacerdote Francisco Javier Díaz Lorite, delegado del Clero de la Diócesis de Jaén, quien propuso el título ‘San Juan de Ávila y el sacerdote actual’.
Su implicación, a nivel de Conferencia Episcopal Española, en esta parcela así como su tesis doctoral dedicada a la vida y la obra de este sacerdote que fue verdadero profeta de la misión del cura en medio del mundo, le proporcionaron ofrecer una interesantísima intervención.
Qué ha de ser hoy el sacerdote a raíz de los escritos de San Juan de Ávila fue el objetivo fundamental de la ponencia. Instó a los presbíteros a mantener su actualización en medio del mundo pero profundizando en su vida de fe y en el ministerio encomendado. "Más sagrario y menos internet", concretó gráficamente.
La idea de que solo desde el encuentro personal con el Señor se puede luego acudir, con una labor fructífera, al encuentro con las personas en medio de la sociedad fue planteada con gran intención por Francisco Javier Díez Lorite, cuya intervención hizo disfrutar a los sacerdotes participantes en el encuentro.
Además, la reunión ha permitido celebrar las bodas de plata sacerdotales Diego Valle Serrano, Vicario de Pastoral de la Diócesis de Asidonia-Jerez así como párroco de la Iglesia Mayor Prioral de Nuestra Señora de los Milagros de El Puerto, y las bodas de oro del entrañable sacerdote Francisco García Román.
Del mismo modo se procedió, en la oración de inicio de este encuentro, a la admisión a ordenes del seminarista Antonio Luis Sánchez Álvarez. Pronto será, pues, ordenado diácono. "Es el consentimiento previo a la ordenación diaconal que confirme en el que ya me llevó al Seminario", señalaba complacido.