Esta es una de las empresas con las que Cáritas Diocesana comienza a contar para favorecer la igualdad de oportunidades de las personas en exclusión social
Cáritas Diocesana ha iniciado la puesta en marcha de un programa de colaboración con empresas y fundaciones cuyos empeños coincidan con los valores que esta entidad eclesial promueve. Se pretende con ello cumplir el objetivo de que en nuestra sociedad haya más igualdad de oportunidades, priorizando la promoción y la inserción de las personas en situación de exclusión social.
Fruto de esta acciones la empresa Anitin Jerez SLU y Caritas Diocesana comienzan un programa de formación práctica en las propias instalaciones empresariales con una duración de tres meses. Durante este tiempo cuatro personas paradas de larga duración que acudían a los servicios de orientación laboral de Cáritas Jerez, aprenderán un oficio con el que reciclarse profesionalmente en un marco de calidad que los reincorpore al mundo laboral en este período de crisis general, recuperando valores tan importantes como la ilusión, la esperanza y una autoestima dañada tras muchos capítulos de rechazo laboral y social.
Las personas con mayores dificultades necesitan el apoyo de recursos, centros y proyectos que trabajen para cambiar las situaciones de injusticia que viven y por su promoción real de forma permanente. Cáritas Diocesana es consciente de que el problema de la exclusión social es una cuestión que debe ser compartida por todos los sectores de la sociedad, incluido por supuesto el sector empresarial que tiene mucho que aportar en este sentido y mucho que ganar también.
Cáritas Diocesana ha iniciado la puesta en marcha de un programa de colaboración con empresas y fundaciones cuyos empeños coincidan con los valores que esta entidad eclesial promueve. Se pretende con ello cumplir el objetivo de que en nuestra sociedad haya más igualdad de oportunidades, priorizando la promoción y la inserción de las personas en situación de exclusión social.
Fruto de esta acciones la empresa Anitin Jerez SLU y Caritas Diocesana comienzan un programa de formación práctica en las propias instalaciones empresariales con una duración de tres meses. Durante este tiempo cuatro personas paradas de larga duración que acudían a los servicios de orientación laboral de Cáritas Jerez, aprenderán un oficio con el que reciclarse profesionalmente en un marco de calidad que los reincorpore al mundo laboral en este período de crisis general, recuperando valores tan importantes como la ilusión, la esperanza y una autoestima dañada tras muchos capítulos de rechazo laboral y social.
Las personas con mayores dificultades necesitan el apoyo de recursos, centros y proyectos que trabajen para cambiar las situaciones de injusticia que viven y por su promoción real de forma permanente. Cáritas Diocesana es consciente de que el problema de la exclusión social es una cuestión que debe ser compartida por todos los sectores de la sociedad, incluido por supuesto el sector empresarial que tiene mucho que aportar en este sentido y mucho que ganar también.
